martes, 15 de diciembre de 2015

"La invasión de las siglas" de Dámaso Alonso

A la memoria de Pedro Salinas,
a quien en 1948 oí por primera vez la troquelación
«siglo de siglas».

USA, URSS.
USA, URSS, OAS, UNESCO:
ONU, ONU, ONU
TWA, BEA, K.L.M., BOAC
¡RENFE, RENFE, RENFE!
FULASA, CARASA, RULASA,
CAMPSA, CUMPSA, KIMPSA;
FETASA, FITUSA, CARUSA,
¡RENFE, RENFE, RENFE!
¡SOS, SOS, SOS,
¡SOS, SOS, SOS!

Vosotros erais suaves formas:
NRI, de procedencia venerable,
S. P. Q. R., de nuestra nobleza heredada.
Vosotros nunca fuisteis invasión.
Hable
al ritmo de las viejas normas
mi corazón,
porque este gris ejército esquelético
siempre avanza
(PETANZA, KUTANZA, FUTRANZA);
frenético
con férreos garfios (TRACA, TRUCA, TROCA)
me oprime,
me sofoca,
(siempre inventando, el maldito, para que yo rime:
ARAMA, URUMA, ALIME,
KINDO, KONDA, KUNDE).
Su gélida risa amarilla
brilla
sombría, inédita, marciana.
Quiero gritar y la palabra se me hunde
en la pesadilla
de la mañana.
Legión de monstruos que me agobia,
fríos andamiajes en tropel:
yo querría decir madre, amores, novia;
querría decir vino, pan, queso, miel.
¡Qué ansia de gritar
muero, amor, amar!

Y siempre avanza:
USA, URSS, OAS, UNESCO,
KAMPSA, KUMPSA, KIMPSA,
PETANZA, KUTANZA, FUTRANZA…
¡S.O.S., S.O.S., S.O.S.!
Oh, Dios, dime,
¿hasta que yo cese,
de esta balumba
que me oprime,
no descansaré?
¡Oh dulce tumba:
una cruz y un RIP!

"Nadie sino tú" de Charles Bukowski

Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
te verás una y otra vez
en situaciones
casi imposibles.
intentarán una y otra vez
por medio de subterfugios, engaños o
por la fuerza
que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por dentro.
nadie puede salvarte sino
tú mismo
y será muy fácil desfallecer,
pero muy fácil,
pero no desfallezcas, no, no.
limítate a mirarlos.
escucharlos.
¿quieres ser así?
¿un ser sin cara, sin mente,
sin corazón?
¿quieres experimentar
la muerte antes de la muerte?
nadie puede salvarte sino
tú mismo
y mereces salvarte.
no es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.
piénsalo.
piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
la parte de tus entrañas.
tu parte mágica y ebria.
sálvala.
no te unas a los muertos de espíritu.
mantente
con buen talante y garbo
y al cabo,
si fuera necesario,
apuesta tu vida en plena refriega,
al carajo las probabilidades, al carajo
el precio.
nadie puede salvarte sino
tú mismo.
¡Hazlo! ¡sálvate!
entonces sabrás exactamente de
qué hablo.

"Si te quiero" de Pedro Salinas

Si te quiero
no es porque te lo digo:
es porque me lo digo y me lo dicen.
El decírtelo a ti ¡qué poco importa
a esa pura verdad que es en su fondo
quererte! Me lo digo,
y es como un despertar de un no decirlo,
como un nacer desnudo,
el decirlo yo solo, sin designio
de que lo sepa nadie, tú siquiera.
Me lo dicen
el cielo y los papeles tan en blanco,
las músicas casuales que se encuentran
al abrir los secretos de la noche.
Si me miro en espejos
no es mi faz lo que veo, es un querer.
El mundo
según lo voy atravesando
que te quiero me dice,
a gritos o en susurros.
Y algunas veces te lo digo a ti
pero nunca sabrás que ese «te quiero»
sólo signo es, final, y prenda mínima;
ola, mensaje, roto al cabo,
en son, en blanca espuma,
del gran querer callado, mar total.

jueves, 30 de abril de 2015

"ABUELOS" de Angelina Gatell

La abuela y el abuelo
juntos pasean
cogidos de la mano
por la alameda.

El abuelo murmura:
"¡Qué bien le sienta
este pañuelo blanco
a mi morena!"

La abuela se sonroja:
"¡Si alguien te oyera...!"
Y le brilla la risa
como una estrella.

En cada arruga luce,
blanca, una perla
y en sus ojos se mece
la primavera.

La abuela y el abuelo
pasan y dejan
un rastro luminoso
por la alameda.

angelinagatell.com