viernes, 17 de mayo de 2013

"Metodología del hechizo" de Luis Carmona Horta

Elimine el ego, suprima el tiempo, deje de
enjuiciarlo todo.
Sea el cambio que quiere para el mundo,
enamórese de todo.
Límpiese los dientes con el minutero
Y pinche aceitunas con la otra manecilla.
Corra descalzo, baile desnudo.
El mundo es su reflejo, juegue con él,
ríase de él, excítese con él.
Acepte su dolor, y si ya aprendió
compasión y humildad el daño no le hace
falta, nada duele ya ... Acepte su miedo y
nada le podrá asustar.
Si cuelga su ego en el perchero
Morirá antes de morir para saber que la
muerte no existe.
No mire, vea.
No oiga, escuche.
No ande, acaricie el camino. ...


viernes, 10 de mayo de 2013

"Grândola, Vila Morena" de Zeca Afonso

Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade
Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada esquina um amigo
Em cada rosto igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola a tua vontade
Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade

"La inocencia" de Juan Pagán


 A las chicas de Madrid-1

Todas y todos somos inocentes,
santas y santos inocentes.

Qué culpa tienen los ríos
de ir surcando valles y montañas,
de abrir heridas en la tierra
hasta fundir sus aguas con las del mar.

Qué crimen comete el viento
cuando al desplegar toda su fuerza
va quebrando árboles y casas
hasta perderse indómito en el horizonte.

Qué pena podemos ponerle al fuego
cuando sus llamas abrasan los bosques,
cuando sus lenguas lo envuelven todo
hasta dejar a su paso un paisaje de ceniza.

Y qué delito comete la tierra
cuando tiembla su corteza
destruyendo ciudades enteras,
engullendo por sus grietas
todo lo que a su paso encuentra.

Y qué culpa tiene un niño
de tener sed y no tener agua,
de tener hambre y no tener pan,
de tener frío y no tener el calor de una madre.

Y qué crimen comete un joven
al buscar amor y encontrar odio,
al buscar saber y no saber lo que busca,
al querer vivir y encontrar solo la muerte.

Y qué pena podemos ponerle a un hombre
que luchando contra el río se lo lleva la corriente,
que creyéndose al abrigo del viento desaparece,
que luchando contra el fuego es convertido en cenizas
y que amando a la madre tierra termina sus días sepultado en ella.

Qué culpa tiene el ser humano
de fundirse con las aguas del mar,
de perderse indómito en el horizonte,
de dejar a su paso un paisaje de cenizas,
de ser engullido por la madre tierra.

Todas y todos somos inocentes,
santas y santos inocentes.
La inocencia de un niño nunca la perdemos,
está siempre en lo más profundo de nosotros.

Cuando al alba un ruiseñor canta y
la primavera tiñe de flores las verdes praderas,
el amor está rondando en nuestros corazones y
la sonrisa de un niño nos devuelve
a los sueños perdidos de nuestra infancia.

¡No lo olvidéis nunca!:
Todas y todos somos inocentes. 


                                                 26 de abril de 2013