Toda mi tormenta comenzó una soleada tarde de junio
Entré en una sala donde había lo que parecían cuervos
Pero sin duda eran personas vestidas de negro.
Uno de los cuervos decidió quitarme la libertad,
Yo le sonreí con ironía
Porque nadie podía quitarme lo que no poseía
Ya que mi libertad fue robada hace tiempo
Por una compañera que yo creía amiga
Compañera que me alejó de mi familia
De mi dignidad, de mis principios…
Y así, sin darme cuenta
Aparecí en este lugar.
Y así, me sentí perdida.
Y así, me sentí sola,
Desamparada y rechazada,
Rechazada por mi extrema delgadez,
Por mi mirada asustada
Rechazada por las que habían alimentado a mi compañera.
Pero luché contra todo y todos
Y así, me hice respetar
Y así, dejé de sentirme sola
Y así recuperé a mi familia,
mi dignidad, mis principios
Mi libertad…
Y aún así, todavía podría sonreír al cuervo con ironía
Porque él puede mantenerme aquí encerrada
Pero no puede evitar que piense o sienta lo que quiera
Y para mí eso es la libertad
Libertad que ya nadie me puede quitar.
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